La flor de Cempasúchil: símbolo de tradición e ícono mexicano
La flor de cempasúchil es originaria de México, su nombre proviene del náhuatl “Cempoalxóchitl” que significa: Flor de 20 pétalos.
La tradición de poner flores de cempasúchil en los altares de muertos surge desde la época prehispánica a raíz de una leyenda.
La leyenda cuenta sobre 2 enamorados que todas las tardes subían a la montaña dedicada a Tonatiuh, el dios azteca del sol, y siempre al subir a la montaña llevaban un ramo de flores, esto como gesto de respeto y su respeto a la deidad.
En épocas de una guerra, Huitzilin uno de los enamorados fue convocado por el ejército. Desgraciadamente, Huitzilin perdió la vida en la batalla.
Ante el dolor generado por la desgracia, Xóchitl, la enamorada subió a la montaña e imploró al dios que la liberara del terrible sufrimiento que la acongojaba tras la pérdida de su amado
Ella buscaba volver a reunirse con Huitzilin en el mundo de los muertos. Tonatiuh, consciente del fervor que la pareja siempre le practicó, cedió a los deseos de la mujer. El dios del sol dejó caer sus rayos sobre Xóchitl y la trasformó en una hermosa flor de color amarillo.
A raíz de esta leyenda se cree que los mexicas asimilaban el color amarillo de esta flor con el sol, por ello, la utilizaban en los altares, ofrendas y entierros dedicados a sus muertos como la guía hacía la luz eterna.
Hasta la fecha, en México, es una de las tradiciones más arragaidas, importantes y respetadas en el país, por ello contamos con una alta producción de siembra de cempasúchil.
A nivel nacional. Los estados con mayor producción en esta hermosa flor, se encuentran:
1.Puebla, el mayor productor a nivel nacional
2.Oaxaca
3. Estado de México
4. Michoacán
Es una planta anual y se reproduce fácilmente por semillas.
Además de adornar nuestros altares de muertos, la flor de cempasúchil también es usada industria avícola para la concentración de el color de la carne de pollo y los huevos, ya que cuenta con una alta concentración de pigmentación, misma que se utiliza como colorante natural para teñir comidas, vestimentas. Y claro no podían faltar los usos curativos que esta flor nos brinda ante los cólicos, malestares estomacales, entre otros.